La segunda meta-habilidad importante para el mediador social es la inclusión. Esto significa que debemos asegurarnos de no excluir ni marginar a ninguna persona o grupo, y de incluir todos los puntos de vista. Hay dos razones por las que esto es importante:
Primero, es un reconocimiento de que existen muchas maneras de ver la misma realidad, y una sola perspectiva casi nunca es suficiente para dar una imagen completa de esa realidad.
En una autoridad local, se ve la construcción de una nueva escuela en el centro del pueblo como una solución al problema de la disminución en la cantidad de alumnos en las zonas rurales aledañas. El argumento es que una escuela grande es mejor que muchas escuelas pequeñas porque constituye un uso más efectivo de los recursos. Para otro grupo, la misma decisión significa quitar prioridad a las áreas rurales y a la gente que vive en el campo. Aducen que construir escuelas más pequeñas es una mejor opción. Muchos argumentos surgen alrededor de esta decisión, algunos de ellos emocionales, otros que se basan en filosofía de la pedagogía, y otros puramente pragmáticos.
Segundo, la marginalización y la exclusión generan tensión.
Como hemos explicado en la sección sobre el conflicto, marginar una voz o perspectiva (o incluso la impresión de que la propia voz está siendo ignorada) genera oposición y tensión. Esta tensión contribuye a que el conflicto se agrave.
Un facilitador debe esforzarse por incluir los puntos de vista de todos los que estén involucrados en el problema o sean afectados por él.
Hay una diferencia entre incluir representantes de las distintas organizaciones o grupos e incluir, a través de representantes, los distintos puntos de vista. Identificar a quienes son buenos representantes, a quienes realmente representan un punto de vista y no solo a sí mismos, es todo un reto. También es importante considerar constantemente cómo estos representantes están en contacto con los otros sujetos que tienen el mismo punto de vista o uno similar, especialmente en los casos en los que no hay una organización formal.
Esto requiere una actitud de inclusión en redondo, de escuchar hacia todos los 360 grados.
En el sector público se encuentra con frecuencia una actitud bienintencionada de escuchar al público. Se organizan reuniones en las que las personas pueden expresar sus puntos de vista, pero el punto de vista de las autoridades rara vez se exhibe o se hace visible para todos. Es importante incluir los puntos de vista de la autoridad en las conversaciones sobre los problemas y dificultades.