Simple y complicado vs. complejo
Hay problemas o conflictos que pueden ser comprendidos con una lógica lineal y no contienen muchas variables que sean desconocidas e impredecibles. Estos son los problemas simples. En algunos casos, los problemas simples pueden ser problemas complicados, pues para ser solucionados requieren de conocimientos o experticias muy específicas.
De otro lado, hay problemas o conflictos que contienen muchas variables, algunas de las cuales son desconocidas o tienden a cambiar constantemente. Estos son los problemas o conflictos complejos. Desde el momento en el que muchas partes están involucradas, existe una buena probabilidad de que el conflicto pertenezca a la categoría “conflictos complejos”.
Ejemplos:
Un conflicto entre dos o tres personas sobre un lindero de tierra pertenece a la categoría de conflictos simples. Este problema simple puede llegar a ser complicado, pues para resolver se puede requerir de mapas, de mediciones, de procedimientos burocráticos, etc. Pero, de todos modos, el problema puede resolverse a través de un proceso normal de mediación.
Un conflicto de reclamación de tierras es un conflicto complejo. Hay cuestiones históricas de por medio, hay muchas partes en conflicto, y hay asuntos que no son del todo claros o que son en principio son completamente desconocidos. Además, es un conflicto que tiende a cambiar una vez se comienza a profundizar en él.